La merluza es uno de esos pescado que se puede preparar de infinitas maneras y que, por su carne tan fina, está delicioso. Tiene poca grasa y es una opción perfecta para cuidar la línea. La receta la he preparado con filetes de merluza congelada, pero puedes prepararla con merluza fresca o incluso con otro pescado blanco. A los niños es un pescado que les gusta mucho y como no tiene espinas, se lo comerán de maravilla. La salsa le da un toque delicioso y no podrás parar de mojar pan. Te animo a que la preparares, tanto para diario como para celebrar porque será todo un acierto en tu mesa.
Para 4 personas
1.- Limpia bien los langostinos. Quita la cabeza y toda la cáscara, déjales la colita y, con ayuda de un cuchillo, hazles un pequeño corte y tira del intestino. Repite esto con todos los langostinos.
2.- Corta la cebolla finita y pica bien el ajo y el perejil. Pon un poco de aceite de oliva en un cazo y añade todas las cáscaras de las gambas para saltearlas. En cuanto cambien de color, añade un vaso de agua y deja que hierva durante, aproximadamente, 5 minutos.
3.- Pon una sartén al fuego y vierte un chorro de aceite virgen extra. Añade la cebolla y añade después el ajo y perejil cuando la cebolla esté transparente. Dale unas vueltas y en un minuto, aproximadamente, añade una cucharada de harina. Dale unas vueltitas para que se tueste la harina e incorpora el vino blanco. Añade también el caldo que has preparado con las cabezas de las gambas a través de un colador.
4.- Cocina la merluza. Cuando haya reducido el alcohol del vino blanco, incorpora el pescado. Sazona con sal al gusto y deja que hierva tapado.
5.- Incorpora los langostinos y las almejas. Tras 4 o 5 minutos, el pescado estará casi listo. Añade las colitas de los langostinos y las almejas. Tapa la sartén y deja que se cocine durante aproximadamente 3 minutos. Añade un poco de maicena disuelta en agua fría si te queda la salsa muy clara. Rectifica de sal.